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Ze Zn. Sknaikrai |
una mancha
casi de muerte, y el agua
que azota el cuerpo como si fuese
una amante sadomasoquista a punto
de
tomar armas
yo,
desvaneciendo el viento
tiro la cuerda
hasta que sangre
no existe amor que permanezca,
sólo
hay ausencias que nos devoran:
soy
piel de surcos
sellada
con tus dientes.
8 comentarios:
Quién sabe, Biscia, quizá el amor sea esa ausencia constante, la búsqueda.
Abrazo.
Qué bien saben los últimos tres versos.
Hay ausencias que son inamovibles como rocas...Abrazo
dentelladas las de tus versos que azotan la piel y el alma
beso
Siempre es un placer morder el cuerpo de la poesía.
Besos.
La ausencia devora el alma, la soledad aplasta las sombras.
Un beso.
La marca de los dientes, como la marca del deseo, no se olvidan. Tampoco se recuerdan. Nos gobiernan
mi beso.
Ausencias que devoran; víctimas del gran desasosiego.
Me ha encantado tu blog, un abrazo.
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