jueves, 7 de mayo de 2015

frío.



él está pasando la semana en Varsovia,
me dice
que lo amaron en la conferencia y el frío
no es tanto como pensaba, que qué tal
mi frío, entonces lloro.
escucho mi llanto en el delay del teléfono.
me dice que le gustaría que pudiese estar ahí                                          
con él
que me llevaría “al lugar donde están las cosas de los judíos,
vos que tenés el judaísmo en tus caderas.”
me río. le digo que es un nazi.
se ríe. me dice que para mí todos son nazis.
le digo que sí.
cortamos.
me meto en la cama.
dejo que la gata se duerma entre la frazada y el acolchado.
me olvidé de preguntarle si en Varsovia es primavera y si ahí los astros
estarían de nuestro lado.
no sé si es tarde, pero estoy cansada.
es demasiado pesada la nieve que llevo acumulada
sobre las pestañas


sábado, 28 de marzo de 2015

XIII








enchastra

bajo el muro

                     todo el temblor agónico

                    después

de haber perdido








miércoles, 11 de febrero de 2015

digna

Andrey Izosimov



voy a barrer el piso en una iglesia evangelista
a rasgarme la ropa con las manos y
avanzar gateando hasta los pies de cristo


detrás de mí
dejaré un reguero de sangre
de mi sangre
sucia
y abriendo mis brazos
mirando la estatua de ese hombre
gritaré:
estos brazos están hechos para astillarse, vení
abrí mis venas
                       con las espinas que decoran tu cabeza


los niños cantores se mancharán la suela de los zapatos
y con sus pasitos hacia ningún lugar trazarán
el camino
de la falsa piedad.


que la bañen en sal
exigirán los feligreses
que la limpien de la peste que la persigue


pero yo
aún de rodillas
los miraré con feroz desprecio
y repetiré:
 nadie se atreva a quitar de mí
 los pecados que gané
 con mis propios mérito.